El
objetivo de estas entrevistas es realizar un aporte a la formación
de cuadros políticos a partir de acercar el pensamiento de quienes
han tenido una actuación que merece ser destacada por su posición a
favor de los intereses del pueblo y la lucha por la liberación
nacional. En esta oportunidad dialogamos con Claudio "Chuni" Castelli, quien, entre otros oficios, es editor de los blogs: http://vagosperonistas.blogspot.com/ y http://vagosyderecho.blogspot.com/.
La vigencia de la necesidad de la liberación nacional, la importancia de la lucha contra la criminalidad económica, de valorizar la cultura nacional, son algunos de los temas tratados. Le
agradecemos a "Chuni" su predisposición para dialogar con
nosotros.
Estimado
Claudio, la intención de esta serie de entrevistas es aportar a la
formación teórica política de los compañeros y las compañeras,
desde la reflexión sobre la necesidad colectiva de construir una
sociedad más digna y solidaria, dejando atrás las injusticias de la
opresión entre los países y las injusticias sociales. Empezamos
preguntándote si nos podrías hacer una breve presentación tuya, y
contar de tus experiencias, formación teórica y vivencias,
relacionados con tu compromiso social y con los problemas de la
patria.
Gracias
por interesarte por mis opiniones en momentos tan difíciles para la
patria, es un gusto contestar el cuestionario.
Vengo
de una casa donde se hablaba mucho de política. Mi madre era
radical, y mi padre del viejo partido conservador, aunque había
apoyado al peronismo en los 40 y 50 sobre todo desde su catolicismo,
y lo oí hablar siempre bien sobre las leyes sociales del peronismo,
que a su juicio respondían a la doctrina social de la iglesia
católica. Vivíamos en La Paz, Pcia. De Entre Ríos, de donde soy
nacido. Hice primaria, secundaria, universitaria, posgrado en
escuela, colegio y universidad pública, irrestricta y gratuita. De
chico estaba influenciado por la opinión de mis padres, pero sobre
todo “lo de las leyes sociales del peronismo”, que a mi
sensibilidad tocaba profundo, porque en mi adolescencia me formé por
una monja y sacerdotes, que podrían entenderse como del tercer
mundo, y con un compromiso social profundo. Desde una provincia del
litoral y un pueblo sobre el río Paraná se vive más intensamente
el sentimiento de patria porque se lo vincula a un terruño, a un
paisaje idílico, al amor de la gente, y sobre todo al amor de la
gente popular. Si bien nací en una familia de clase media
relativamente acomodada siempre tuve una raíz popular en mis
relaciones sociales, culturales y políticas. Terminé el secundario
en mi pueblo y vine a estudiar derecho a Buenos Aires, como el resto
de mis hermanos. Aquí tenía la mayoría de mis familiares. Siempre
me identifiqué con el nacionalismo social podríamos llamarlo así.
Pero de Buenos Aires estaba enamorado antes de venir por mi gusto por
el tango, y aquí me enamoré definitivamente. Hoy no soy plenamente
de Buenos Aires y no soy plenamente de La Paz, Entre Ríos. Convivo
con cierto desarraigo permanente, cierta nostalgia de los atardeceres
en el Paraná, y ciertos atardeceres en “La Giralda”. Lo que más
me llamó la atención al llegar a Buenos Aires –Año 1976- fue la
gente que comía parado en la pizzerías de la calle Corrientes. Amo
repetir ese rito. Hay algo de lo pasajero, de lo transeúnte que me
cautiva, y sobre todo de lo anónimo. En mi pueblo iba a parque a
escribir poemas para encontrarme solo, y los amigos me gritaban
desde los autos: “Te llevo”. Es ingenuo verlo así. Pero amo la
soledad en bares y lugares de Buenos Aires. Mi vinculación con el
peronismo empezó de joven, pero quien me terminó de convencer
fueron los libros de Jorge Abelardo Ramos. Me vinculé a la Revista
Línea, en el año 80. La repartía en secreto en la Facultad de
Derecho entre los años 80/81/82. Prontamente empecé a trabajar en
Tribunales penales de la capital, en marzo del año 77, ingresé como
“pinche”. Ahí perdí toda inocencia, si algo me quedaba.
Recuerdo llegar a Tribunales a la mañana y las colas para presentar
los Hábeas Corpus, y las colas en las embajadas. Recuerdo la
brutalidad, cuando no la complicidad de aquellos jueces y
funcionarios. Muchos en la argentina pueden decir que no sabía nada,
pero los jueces y funcionarios penales no pueden decir que no sabían.
Lo supe siendo “pinche” y levanté mi voz ante la jueza, que me
dijo en un Hábeas Corpus: “fírmalo vos”, pero yo no tenía
firma, era “pinche”.
Te
has destacado por tu formación y trayectoria en la lucha contra la
criminalidad económica, ámbito en el cual has hecho aportes muy
valiosos. A tu criterio, ¿el estudio y la lucha contra la
criminalidad económica es estratégica para la formación de un
proyecto nacional?
La
criminalidad económica es la criminalidad de los poderosos de los
verdaderamente impunes: los banqueros, las Compañías de Seguro, y
las corporaciones económicas que son sus aliadas. Los que están
vinculados a la fuga permanente de divisas, al lavado de dinero, a la
timba financiera, los golpes de mercado, al endeudamiento externo, a
la evasión impositiva, la administración fraudulenta. Es fuga
permanente de divisas, y el resto de los delitos que mencioné son
permanentes para ese grupo oligárquico y minoritario pero
extremadamente poderoso, y forma parte de la criminalidad estructural
del país y no varía con los cambios políticos mayormente. La
criminalidad ocasional tiene que ver con la corrupción política y
de los funcionarios públicos que se relaciona con la ocasionalidad
del cargo público. Es posible que allí entre una variante de los
dos –criminalidad estructural y criminalidad ocasional- que es la
financiación de la política que en algún momento tiene que
tratarse de raíz, y es posible que sea necesario que el Estado se
haga cargo y no acepte financiamiento privado. Un gobierno nacional y
popular tiene que tener muy en claro el problema y llevar adelante
una lucha sin ambages contra la criminalidad económica. Ocurre que
la fuga de divisas deja al país sin dólares y aumenta la deuda
externa, sumado a la evasión impositiva es un cóctel explosivo de
la criminalidad estructural. Debe pensarse que la evasión impositiva
es mucho más grave en un país lationamericano que en los países
poderosos, allí es sobre todo para financiar el gasto militar, aquí
la evasión perjudica el gasto social y de equilibrio de un estado de
bienestar que siempre tiene que estar presente en un estado con
justicia social.
El
capitalismo, como formación social predominante a nivel mundial, ha
conducido a graves crisis de distintas índoles, humanitarias,
sociales, ambientales, y a una situación de injusticia social y
desigualdades inadmisibles, así como generado tremendas formas de
criminalidad como la comercialización ilegal de armas y drogas,
entre otras. ¿Consideras que la criminalidad económica es inherente
al capitalismo en su estado de desarrollo actual y a la relación de
dependencia que nos imponen las potencias mundiales?
La
criminalidad económica es consustancial al capitalismo, forma parte
de su naturaleza, mucho más en un capitalismo dependiente del poder
financiero internacional como es el de nuestro país. Lenin, en el
“Imperialismo eta superior del capitalismo” se refiere
expresamente a la relación de dependencia financiera con el imperio
británico de principios de siglo –el libro es de 1916- por parte
de nuestro país, y acota más adelante que el capital financiero
difunde por todos lados la falta de libertad y la dependencia. Hoy
somos meros esclavos del poder financiero internacional. Macri,
Caputo, Dujovne y equipo tienen que ser juzgados por un gobierno
popular y mandados a la cárcel por el enorme perjuicio que le
provocaron a la nación argentina y se lo provocaron mientras le
provocaban un servicio majestuoso al poder financiero internacional.
Las causas relacionadas a la criminalidad financiera estructural
deben ser de lesa humanidad y ser imprescriptibles, hoy muchos
expertos están diciendo esto. No puede ser que la causa del
megacanje haya prescripto. Cavallo está impune, y aquí se matan
pibes por un paquete de salchichas, y se los mata por la espalda y
con consentimiento del estado. Patricia Bulrich va a ir presa como
instigadora al asesinato.
Tras
el derrumbe de la experiencia soviética el concepto de socialismo ha
sido puesto en crisis, pero al mismo tiempo el capitalismo,
que se ofrece al mundo como lo único realmente existente, solo
ofrece la
profundización
de
las injusticias y las opresiones. ¿Se
puede creer en la superación del capitalismo? ¿Se puede construir
una alternativa como esperanza para nuestros pueblos
latinoamericanos?
Totalmente.
Los doce años de kirchnerismo y el auge de los gobiernos populares
en Latinoamérica lo demostraron. Hay que pensar en dos cosas: Por un
lado la instauración de un gobierno popular que establezca la
justicia social en el país, con gran control de la actividad
económica y financiera, con el resorte del comercio exterior en
manos del estado, así como reforma financiera y bancaria al
servicios público y de la nación. Que asimismo profundice un
proceso de re-industrialización poderosa y definitivo de la patria.
Con grandes vías férreas, y corporación polimodal de transporte en
manos del estado como lo propugna el proyecto Elma XXI, hay que hacer
de ese proyecto un proyecto nacional que devuelva Elma fuerte y
también poderosa para aprovechar los recursos hídricos, navegables,
de riqueza ictícola del mar argentino, hoy entregado a los ingleses,
y eso no puede ser. Hay que denunciar los tratados de Madrid con los
ingleses. Hay que hacer un proyecto que vuelva a encantar a la
sociedad argentina. Lo hizo oportunamente el peronismo, y tiene que
volver a hacerlo. Pero tiene que hacerlo, si el peronismo no lo hace,
en la forma que el peronismo encarne, que hoy es Cristina tiene que
llevarlo a cabo.
Pero
en segundo lugar hay que seguir pensando un sistema que salga fuera
del capitalismo que es sinónimo de desolación y muerte. Hoy por
hoy, en los países latinoamericanos el papel de un estado social y
democrático de derecho es fundamental.
A
tu juicio, ¿qué es el pensamiento nacional? ¿Cuál es la vigencia
que sigue teniendo la necesidad de formar una conciencia nacional y
la de elaborar un pensamiento antiimperialista, como sostenía Juan
Perón, o intelectuales como Juan José Hernández Arregui y Rodolfo
Puiggros, entre tantos exponentes nacionales?
El
pensamiento nacional es el único que nos va a dar un destino para la
patria y su población integrada en un proyecto de país y de estado
continental industrial como decía Perón y repetía el cumpa Methol
Ferré. Para los pobres y excluidos de este país no hay salida con
un proyecto internacionalista y globalizador extremo. Hay ciertas
tendencias de la globalización que no pueden ser detenidas, pero el
proceso nacional de industrialización con pleno empleo, repito pleno
empleo, ningún pibe en el conurbano sin trabajo, ninguna familia sin
trabajo. Vuelvo a repetir con Pleno empleo. Porque nuestros
economistas siempre hablan de un diez por ciento o menos o más de
desocupación. No debe ser así. Perón es el guía, Juan José
Hernández Arregui, Rodolfo Puiggros, Jorge Abelardo Ramos, Norberto
Galasso. Son rectores de todo esto, pero hay que incorporar a
pensadores o artistas que tradicionalmente estaban lejos nuestro,
pero lo que escribieron o pensaron están en la raíz de la patria.
Pienso en Leopoldo Marechal, Jorge Luis Borges, en este último hay
una raíz de la patria en lo pensó e incorporó. Yo sé que esto no
suena bien, pero el maravilloso libro de Galasso sobre Borges lo
muestra en sus inicios. Creo que al ámbito de lecturas de los
compañeros hay que incorporar filósofos como Georg Wilhelm
Friedrich Hegel que era el primer peronista aun antes del general. En
fin.
Vos
sos una persona nacida y vinculada fuertemente con el Litoral
entrerriano, por lo que vivenciaste la relación Buenos Aires -
Interior. Quisiera conocer tu opinión acerca de cuál crees que es
la importancia de esa experiencia vital -signada por el vínculo
entre dos regiones diferentes, con el interior profundo del país,
sus necesidades y creatividades- para tener una visión nacional y
federal.
Soy
muy agradecido en haber nacido en un pueblo sobre las barrancas del
Paraná, cerca del campo. Como dije la vivencia del país me resultó
muy fácil. Desde que llegué a Buenos Aires no me entendía con la
gente de la zona norte –que era donde estaba instalado- porque esa
gente no vive el país, y todo su capital lo tiene afuera, siempre
jugando a una devaluación. De muy joven vi que Dios estaba en todas
partes pero atendía en Buenos Aires. En los sesenta y setenta las
distancias eran insalvables, pero hoy: internet, el celular, el
cable, todas las comunicaciones juntaron las distancias, y vivir en
un pueblo no es como antes. Pero no hay federalismo en el país.
Triunfó Mitre. Creo que en la batalla de Pavón, Urquiza debió
destruir el ejército de Mitre y hacer otro país. No quiso. No sé
qué pacto masónico primó. En el 55 el General tuvo el “síndrome
de la cañonera paraguaya”, que nos acompaña a los peronistas
hasta hoy, que los peronistas nos ponemos siempre límites para
profundizar nuestros cambios. Perón debió controlar la revuelta y
fusilar a los rebeldes y fundar otro país definitivamente industrial
con justicia social. En ambos casos no pudo ser. En Estados Unidos,
el norte cuando tuvo que masacrar al sur y formar un país industrial
lo hizo. Aquí no sé qué faltó.
Vos
sos un poeta que has publicado recientemente “Llueve en las
raíces”, un hermoso libro de poesía. ¿Crees que la literatura
-sea poesía, cuento, novela o ensayo- puede contribuir a formar la
conciencia nacional?
¿Qué
poetas argentinos y/o latinoamericanos crees que son fundamentales
que las jóvenes generaciones de nuestro país conozcan?
Creo
que la educación estética del hombre es fundamental y primera.
Friedrich Schiller le dedicó un ensayo que antes se conseguía. Creo
que los políticos sin sentido estético son nuestros políticos
ortodoxos, como Hegel decía de los filósofos en su fragmento de
sistema (escrito de muy joven con otros estudiantes destacados). Veo
la historia universal como un gran libro que se abre en filigranas a
través de los siglos. La literatura de un país es parte fundamental
de su lengua, su trama, su red de sentidos múltiples, conocerlas es
deber y placer de sus habitantes. Borges, Leopoldo Marechal, Roberto
Arlt, José Hernández, Jacobo Fijman, Enrique Molina, Juan L. Ortíz,
Carlos Mastronardi, Francisco Madariaga, Manuel J. Castilla (siguen
nombres….) y en Latinoamérica Alejo Carpentier, Gabriel García
Márquez, Lezama Lima, Vicente Huidobro (siguen nombres…), el
brasileño poeta Mario Quintana me parece esencial.
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